El cooperativismo es una
doctrina que promueve la organización o asociación de personas a través de la
figura de la cooperativa, unión que está dirigida a satisfacer las necesidades
de los asociados y de sus comunidades, así como herramienta para resolver las
dificultades presentes en la sociedad, todo ello regido por principios y
valores específicos.
Para Ramírez (2009) el
cooperativismo es un sistema socio económico que a través de la agrupación de personas, busca
implantar la democracia económica por medio del protagonismo de trabajadores,
consumidores y usuarios. Este sistema “impulsa
un nuevo modelo de desarrollo que cambia el beneficio individualista y con
fines de lucro (capitalismo) por la propiedad colectiva de lo producido con
fines sociales, valorando al trabajador, combatiendo la división del trabajo y
la acumulación de capital”. (Ídem, p. 17).
De igual forma, Ramos
(citado en Linares, 2007) manifiesta que el cooperativismo busca promover la asociación
de individuos y familias que poseen intereses y necesidades
comunes,
construyendo una empresa en la que todos tienen igualdad de derechos y en la que
el beneficio obtenido se reparte entre sus socios según el trabajo que aporta
cada uno de sus miembros, teniendo estas empresas la capacidad de transformar
la economía.
Por ello es que, la
democracia y la participación son indispensables para la existencia del
cooperativismo, dado que estas se manifiestan en el trabajo diario y continuo,
la colaboración, la solidaridad, la adhesión libre y voluntaria de los
asociados, la igual de derechos y el interés por la comunidad. (ibíd.)
El cooperativismo posee
según Izquierdo (citado en Linares, 2007), las siguientes características
fundamentales:
1)
La idea de la asociación en sí misma. La cooperación concreta la unión de las
fuerzas económicas por la persecución de un objeto común. Ella establece el
principio de la armonía para la vida y no la lucha por la vida.
2)
La cooperación es una acción emancipadora de las clases trabajadoras, que parte
de la idea de la organización de los intereses del trabajo.
3)
Esta organización del trabajo, esta acción emancipadora de las clases
trabajadoras se hace por iniciativa de los interesados. Se trata de una acción
de auto asistencia.
4)
La cooperación hace un llamado al hombre para que se asocie con sus semejantes.
En ella el capital no es sino un medio para alcanzar los objetivos de la
institución. [En] la cooperación no se propone realizar ganancias sino servir a
los asociados.
5)
La cooperativa representa una economía colectiva. Todas las funciones
económicas de los adherentes, o solo un parte de ellos pasan a formar parte de
una empresa común.
6)
Cada unidad cooperativa no es considerada un hecho aislado, sino una célula de
una gran organización (movimiento) puesta al servicio del interés general.
7)
Esta organización debe ser considerada como de carácter perpetuo. Por medio de
los fondos reunidos por diversas instituciones a través de los años, se
persigue la formación de los fondos colectivos, que luego servirían al futuro
desarrollo del movimiento. (pp. 57-58)
Por otro lado, el
cooperativismo está enmarcado en la llamada Economía Social, que según Ravina
(citado en Linares, 2007), “es el sector de la economía privada (por oposición
a la economía estatal) dirigida al interés general y que no persigue fines de
lucro.” (p. 59), que se encuentra basada en asociaciones de personas en
entidades de tipo democrático y participativo, con la primacía de las aportaciones
de trabajo sobre el capital; y la conforman, junto a las cooperativas: las
mutualidades, asociaciones, fundaciones, y otras entidades que respeten los
principios que la rigen.
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